Violencia Sexual Digital

#VSD: Ciberviolencia de carácter sexual contra las mujeres

Menores graban sexo con una compañera y luego la insultan y acosan hasta la muerte

Según se acaba de conocer, el miércoles pasado otra chica adolescente se suicidaba en los EE.UU. tras un caso de bullying y ciberbullying derivado de la difusión de imágenes sexuales suyas, en este caso un vídeo. En dicho vídeo la joven de origen hispanoamericano Felicia García, de 15 años, aparecía manteniendo relaciones (consentidas) con cuatro chicos de 17 (otras fuentes afirman que tienen entre 15 y 16) miembros de un equipo deportivo de su instituto.

Tweet de Felicia Garcia antes de suicidarseLa escena fue grabada presumiblemente con un teléfono móvil o smartphone por alguno de los participantes y difundida a otros estudiantes del mismo instituto. Tan sólo unos días más tarde la adolescente se arrojó a las vías del tren delante de sus compañeros de clase, tras entregarle el móvil a una amiga. Algunas fuentes declararon que la chica sufrió insultos en voz alta por alguno de sus acosadores en el mismo andén momentos antes de suicidarse.

Según testimonio de algunos compañeros a la prensa, después de tener sexo con ella en una fiesta posterior a un partido, los chicos no dejaron de meterse con ella, acosándola constantemente. Aunque el acoso venía de atrás, según han declarado algunos estudiantes que la conocían, a raíz de una relación que mantuvo con un miembro del equipo de fútbol americano. Esto inició un acoso tanto presencial como a través de Facebook, donde sufrió numerosos insultos.

Dos días antes había expresado en Twitter «I cant, im done, I give up» (No puedo, ya está, me rindo). También había publicado fotos suyas con la palabra «depressed» (deprimida) sobreimpresionada. Anteriormente había sufrido acoso escolar pero había sabido defenderse y reaccionar positivamente, según cuentan sus compañeros. Según algunas fuentes pocas horas antes de arrojarse al tren, había publicado en Instagram fotos suyas en las que se podían ver señales de una paliza.

Al parece Felicia no fue presionada para realizar los actos sexuales grabados, sino que fue la grabación de dichos actos lo que ella no habia consentido: esta filmación y difusión además de suponer un grave delito, fue lo que agravó el acoso y consecuente padecimiento psíquico que sufrió en los días anteriores a su suicidio.

El colegio trató de intervenir en cuanto tuvo conocimiento del caso de bullying, reuniéndose con ella y con el supuesto cabecilla del bullying, un compañero de 17 años. Incluso Felicia habló con alguno de los presuntos iniciadores del acoso, según se ha sabido, para tratar de reconducir la situación. La policía exculpó a los chicos que aparecen en el vídeo manteniendo relaciones sexuales con la chica, al constarles que era consentida, pero siguen investigando el caso, incluso mediante el análisis de los perfiles de Facebook de todos los estudiantes en busca de evidencias de acoso e intimidación.

Este caso se suma al reciente suicidio de Amanda Todd, también de 15 años, en el que también hubo un acoso derivado de una imagen, autoproducida en aquel caso, y usada para someterla a sextorsión. En el caso de Felicia, como en el de Amanda, han aparecido ya muestras de ciberbullying post-mortem en forma de comentarios e imágenes que hacen burla de su trágica muerte.



Un estudio recién publicado alerta sobre el aumento de casos de ciberbullying que acaban en suicidio. Así, en Irlanda por ejemplo han trascendido varios casos en las últimas semanas: Ciara Pugsley, de 15 años y Erin Gallagher, de 13.

Según otro estudio del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire, en un 17% de los casos de sexting que llegaron a la policía estadounidense durante los años 2008 y 2009 se había producido difusión no autorizada de sexting. En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE.UU.

Debemos recordar que el sexting no siempre se hace con el consentimiento de todas las personas implicadas, cuando aparecen varias personas en la imagen, y que una de ellas —habitualmente quien realiza la grabación— puede acabar distribuyéndolas, añadiendo a los peligros y delitos habituales en el sexting autogenerado, el delito de grabar y/o difundir sin permiso una imagen íntima de otra persona, una forma de violencia sexual digital que podría ser castigado con la cárcel próximamente en España.



Fuentes: Examiner, IB Times, Add More Juice, Primicias y PantallasAmigas.

Más información para la prevención en SEXTING.es y CIBERBULLYING.com

Sexting.esPantallasAmigas, dentro de sus numerosos recursos para la prevención y sensibilización sobre los diversos riesgos asociados a las TIC, con especial énfasis en los que afectan a niños y adolescentes, ofrece en Sexting.es información sobre el fenómeno del Sexting. Además de noticias y exhaustivas estadísticas, se puede acceder a una completa guía sobre adolescentes y sexting, a consejos en vídeos de animación, artículos en profundidad y una relación de casos significativos por su repercusión legal o mediática y otros recursos de utilidad. Acerca de los sucesos que podríamos calificar de violencia sexual, consúltese ViolenciaSexualDigital.info y al respecto del ciberbullying, otro web temático: Ciberbullying.com.

Numerosos webs pornográficos roban y difunden fotos de sexting publicadas por jóvenes en Internet

Desde PantallasAmigas venimos advirtiendo desde abril de 2009 del surgimiento de la peligrosa moda del sexting y de sus riesgos asociados, algunos directamente relacionados con su difusión incontrolada en Internet. Según se dio a conocer este pasado lunes, un estudio de la Internet Watch Foundation (IWF) ha comprobado que el 88% de las imágenes y vídeos de tipo erótico o sexual autoproducidas por jóvenes y publicada en la WWW (especialmente en las redes sociales y webs dedicados a emisiones de webcam), son captadas y republicadas sin permiso en otros webs, específicamente en webs porno.

SextingEl estudio observó a intervalos durante cuatro semanas (el pasado mes de septiembre) las imágenes y vídeos sexuales que publicaban niños y jóvenes en determinados webs (68), contabilizando 12.224 piezas en 47 horas (260 por hora, de media). Rastrearon las imágenes y observaron que la mayoría (88%) eran después republicadas en lo que denominaron sitios web parásitos creados con el objetivo concreto de mostrar imágenes de sexting de gente joven.

La fundación encargada del estudio, creada en 1996 por empresas del sector de Internet, ha advertido de los peligros de que menores y jóvenes envíen o publiquen sexting, ya que una vez que la imagen está disponible en formato digital escapa de su control para siempre. Aunque el autor o autora de la imagen la borre de la página donde la publicó originalmente, una vez que ha sido copiada y redifundida por webs porno que se nutren de ellas, se vuelve virtualmente imposible eliminarla del todo de la Red, pues de uno de estos webs pasa a decenas de otros similares, a blogs, y a discos duros de miles de usuarios de todo el mundo. «Los jóvenes tienen que darse cuenta de que una vez que una foto o un vídeo está online, puede que nunca sean capaces de eliminarla del todo de Internet», han advertido.

Paralelamente a advertir sobre dónde acaban estas fotos y vídeos, el estudio da una aproximación de la cantidad ingente de material de este tipo que los jóvenes publican cada día en Internet, y de la creciente presencia de vídeos entre el material de sexting publicado (41% en su muestra). Los responsables del estudio no se han mostrado sorprendidos por la cantidad de material publicado pero sí por el gran número de webs que se alimentan de este sexting.

La IWF ha publicado también testimonios de chicos cuyas vidas han sido devastadas a causa de fotos y vídeos de sexting que acabaron en la Red, incluso sin que los protagonistas las hubieran decidido publicar. Entre los casos que reproducen los hay derivados de robos de teléfonos móviles y no son raras las depresiones graves e incluso los intentos de suicidio (como en el trágico caso de Amanda Todd). Por ejemplo, una chica tuvo que soportar en la escuela bullying y comentarios lascivos de gente que no conocía porque la habían reconocido por una foto erótica en la Red.

La IWF también recibe solicitudes de chicos desesperados que les piden ayuda para eliminar fotos de sexting suyas de la Red, aunque han advertido de que si no pueden proporcionar pruebas firmes de que la persona en la imagen tiene menos de 18 años, no tienen posibilidad de eliminarla.

Desde el nodo británico de Safer Internet han advertido de que aunque la educación y sensibilización al respecto de los peligros del sexting es necesaria, no es infrecuente que los chicos hagan sexting a pesar de las advertencias.

Fuente: PantallasAmigas y The Guardian

Más información

Del sexting a los delitos de violencia sexual digital

(Artículo de Jorge Flores Sigue al director de PantallasAmigas en Twitter para SER Consumidor, de la Cadena SER.)

Pero, ¿qué es el Sexting?

Sexting, en su significado más puro y actual, es la producción de imágenes propias (fotografías o vídeos) de alto contenido erótico o pornográfico y su envío a otra persona mediante el teléfono móvil.

Realizar sexting, por lo tanto, no supone un daño en sí mismo para quien lo realiza salvo que su producción o envío pudiera tener consecuencias legales directas, como ocurre en alguno de estos casos donde, por ejemplo, la imagen:

  • puede ser calificada de pornografía infantil.
  • incluye otras personas que no han consentido su producción o difusión.
  • es de alto voltaje y enviada a menores o incapaces.

¿Por qué es una práctica de riesgo?

Del sexting a la sextorsiónPongamos el caso de una mujer adulta que genera un vídeo íntimo de sí misma, donde puede ser reconocida, y lo envía a su pareja con el deseo y convencimiento de que no será compartido con nadie. Los problemas pueden comenzar cuando esas imágenes llegan a otras personas, son publicadas online, o están en manos de un chantajista que, en ocasiones, puede incluso ser el destinatario original del envío.

Si la fotografía o grabación alcanza difusión pública, bien por haber sido publicada en Internet, bien porque se ha distribuido entre smartphones de forma profusa se produce una primera afectación del honor, la intimidad y la propia imagen.

Este problema en muchas ocasiones viene aderezado con hostigamiento social que, en el caso de una persona pública como Olvido Hormigos, alcanza incluso repercusión mediática. En los incidentes con personas menores de edad suele adquirir la forma de ciberbullying.

Cuando las imágenes llegan a manos de un chantajista, el problema sería el de la sextorsión, esto es, la solicitud de determinadas concesiones (dinero, imágenes, mantenimiento de relaciones sexuales o sentimentales…) a cambio de que la comprometida grabación no sea publicada online o enviada al círculo relacional de su protagonista.

Otras prácticas con similares consecuencias

Existen otras situaciones que, sin constituir sexting, a la postre nos ponen directamente en uno de los casos anteriores: imágenes íntimas y privadas en manos de terceros. Pueden ser imágenes delicadas producidas pero no enviadas de forma voluntaria sino robadas, como ya ha ocurrido, por ejemplo, con intrusiones en los smartphones o activación mediante malware de la webcam. También es común el caso en el que se practica cibersexo o se muestran actitudes sexuales o desnudos vía webcam y quien está al otro lado de la pantalla graba de forma permanente un show que cuyo protagonista pensaba era temporal y privado. También pueden ser imágenes cedidas de forma voluntaria por medio de engaños u obligatoria bajo presiones y amenazas. Este es el caso de Amanda Todd, adolescente de 15 años que se acabó suicidando el pasado 10 de octubre víctima de ciberbullying sustentado en unas imágenes de sus pechos que mostró por la webcam. La crueldad de una parte de su entorno de relaciones, potenciada por el alcance de Internet y las redes sociales, acabó con ella.


Violencia sexual digital y reformas legislativas

Las estadísticas y las consultas nos dicen que en mayor medida son las mujeres, adolescentes y jóvenes, quienes sufren las consecuencias de la existencia de imágenes íntimas en manos inadecuadas. La sextorsión, por lo general, se traduce en solicitudes de tipo sexual. Se trata de violencia de género en la Red, es violencia sexual digital. Constituye un fenómeno alarmante y creciente al que esperamos contribuyan a poner freno las recientes reformas propuestas para el código penal que solicitan un año de cárcel por difusión de imágenes íntimas aun cuando la grabación de las mismas hubiera sido consentida.

Información y recursos educativos sobre tema relacionados:

Una adolescente se suicida en Canadá tras 3 años de acoso a raíz de un caso de sexting

Amanda Todd suicida-se após sufrir sextorsaoAmanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue encontrada muerta la semana pasada, apenas un mes después de haber grabado y publicado un vídeo en Youtube en el que denunciaba estar sufriendo ciberbullying a raíz de un caso de sexting (había sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam con 12 años y la imagen circuló fuera de su control). Su madre ha declarado que desea que el vídeo, titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self harm (Mi historia: lucha, bullying, suicidio y autolesión), permanezca en Internet tras la muerte de su hija para contribuir a evitar nuevos casos como el de su hija: «Es lo que mi hija habría deseado», explicó en Twitter.

Ya se han creado páginas de homenaje en Facebook y hashtags específicas en Twitter para recordar a Amanda, aunque también se siguen recibiendo mensajes crueles de burla, mostrando de nuevo que el ciberbullying post-mortem no es infrecuente. También hay personas que disculpan a quienes acosaron a Amanda Todd en Facebook, argumentando que no tienen ellos la culpa de que enseñase los pechos y publicase datos personales en Internet. Eso sucedió cuando ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura de ella mostrando brevemente los pechos por la webcam fue distriubuida por un hombre que la intentaba sexotrsionar, entre sus familiares, amigos y compañeros de colegio. Aunque cambió varias veces de centro escolar para huir del linchamiento y aislamiento social que sufrió como consecuencia, el bullying la perseguía. «Ya no puedo recuperar esa foto. Estará en Internet para siempre», escribió la joven en su vídeo de denuncia, donde explica el intento de sextorsión: en un mensaje recibido por Facebook alguien le dijo: «Si no haces un show para mí (en la webcam), enviaré [la foto con] tus tetas».

Tiempo después de aquella difusión de su sexting, Amanda fue golpeada por um grupo de chicos y chicas que además, grabaron la agresión. Aquel día acabó inconsciente en una zanja, donde la encontró su padre: una vez en casa se intentó suicidar bebiendo lejía. Sus acosadores y agresores, en una muestra de extrema crueldad, se burlaron de ella etiquetándola en Facebook en fotos de botellas de lejía y publicando mensajes diciendo que ojalá muriese.

El legado que deja la chica canadiense también inlcuye una presentación en el web Prezi donde daba consejos para actuar ante el ciberbullying, que dirigía a padres y chicos que presenciasen casos como el suyo. «Si ves que alguién está siendo acosado, no dudes en decirle al abusón que pare. Asegúrate de que sepa que lo que hace está mal y que no deberían acosar a otros chicos», aconseja Amanda en la presentación, donde también pide a los padres que «siempre den apoyo emocional a sus hijos».




Fuente: TelasAmigas